Existen informaciones y hechos que no dejan de sorprender, pese a que deberíamos tener un cierto entrenamiento para “digerir” determinadas cuestiones. Hablamos de la denominada televisión basura, que ocupa por cierto una porción importante de la grilla, al menos de los principales canales que desde la Capital Federal se difunden a todo el país.
Marcelo Tinelli es emblema de esa “caja boba” que se enciende como un integrante más de cada familia, durante mañana, tarde y noche. El debate será eterno e interminable, sobre si el hombre ha tenido la capacidad de dar al público lo que este quiere, o si por el contrario el público lo consume porque no tiene a mano otra cosa. No daremos nosotros respuesta a esa disyuntiva; pero sí diremos que merece todo nuestro desprecio la nueva “originalidad” del ciclo de Tinelli para este 2010: ¿cómo puede calificarse el bromear con un posible desalojo de humildes isleños, a los que se hace creer que se quedarán sin nada, sin lo poco que tienen?; para los que no están al tanto de la cuestión, el debate ya se instala en torno a los preparativos del nuevo programa, que tendrá una especie de cámara oculta (¡qué original!), en la que les informan a ingenuos habitantes de una isla –en la que viven sin siquiera luz- que perderán las tierras que ocupan a manos de inexistentes empresarios canadienses.
¿Se puede aceptar tamaña actitud?; ¿la misma puede justificarse a partir de posteriores regalos y presentes para “los pobres”, exhibidos y expuestos como si se tratara de monitos circenses?
Esta modesta columna ya tiene posición tomada sobre el tema, y entendemos que ha quedado claro para todos aquellos que la están terminando de leer. Aspiramos a que cada uno de esos lectores, piense si se puede ser comprensivo con estas cuestiones…
Fuente Diario el imparcial de Chascomús